Parte de mi trabajo es con componentes visuales que se situan sobre un interfaz visual y se enlazan formando flujos, en castellano esto es: “tirese cajas en la pantallita y luego aliñese con flechas al gusto”.Por ejemplo Bizagi, para el que no lo conozca es una herramienta de BPM con BPMN, algo de business rules, de GUIs, lo típico hoy en día. Es un programa de tirar cajitas que tu tiras cajas y algunos se creen, que hace lo que se supone que tiene que hacer… error.
Cualquier producto de BPM vende las excelencias de la programación visual apelando al “no programador”, por norma general estos productos en la etapa de preventa se ofertan como adecuadas para un usuario de negocio que quiere usar ordenadores sin todo el rollo ese de “que compile y tal”, pero claro, resulta que las cajas detrás tienen código y eso estropea un poco la experiencia del usuario al no poder darle al play sin más.
La solución es fácil: Que los de negocio sigan pasando requisitos, casos de uso y reglas de negocio en papel y que los frikis “disfruten” con el motor de reglas, las expresiones regulares y las mediaciones que tenemos hipoteca de sobra.