Si hay una persona que está logrando llegar al público mediante la divulgación científica es Neil Degrasse Tyson, tiene un estilo mucho más agresivo que Carl Sagan, más joven que nuestro Punset y tan ameno como un presentador de night show.
La nueva serie Cosmos (inspirada en el Cosmos de Seagan de hace 30 años) es una nueva producción de la FOX que ya va por su sexto capítulo de emisión, si lo comparas con el original está mucho mejor producido con efectos especiales adaptados a los estándares actuales. Hay quien compara a Degrasse con Seagan, pero son totalmente diferentes.
Los guiones no se parecen al original y se han adaptado al estilo divulgativo actual, con guiños cómicos y alusiones a lo “humano” para lograr una mayor conexión del público, en cada episodio hacía el final puedes encontrar una anécdota que va dirigida contra el corazón del espectador sin dejar a un lago el rigor científico.
Salvo que preguntes a un científico español que pase de los 40 años, en cuyo caso el nuevo COSMOS es un pecado y un insulto al original. Las inexactitudes del original eran numerosas, (cangrejos samuráis y otros) de la misma forma que son en el actual (¿fue Bruno realmente el primero? y otros) pero ¿porque varios científicos americanos, españoles y de otros países se han lanzado al cuello de los guionistas por detalles nimios?
En primer lugar era obvio que iban a surgir criticas en el primer episodio porque muchas personas son TAN bajas que querían capitalizar el interés de Internet por buscar errores en el nuevo Cosmos. Muchos no se esperaron ni dos episodios, terminó el primero y a la media hora ya estaba colgada una crítica totalmente desproporcionada.
En segundo lugar, muchos científicos están tan acostumbrados a leer “papers” y a evaluar doctorados de jóvenes estudiantes atemorizados que han desconectado de lo que es la realidad y de lo que el creacionismo y otros grupos religiosos están causando en el mundo desarrollado. No se puede evaluar un programa de televisión que lucha contra “programas telecinco” sacando punta a cosas nimias, nada relevantes, como es si hubo alguien antes que Bruno llegando a la conclusión de las estrellas.
Me juego lo que quieras a que ni Bruno fue el primero, ni ninguno de los que conocemos hoy fue realmente el primero en extrapolar el sol a las estrellas, uno puede intentar hacer leña de eso, pero no hay leña que cortar en un detalle que el público general no conocía y ahora sí.
En tercer lugar: Obviamente a los científicos viejunos les gusta más el antiguo Cosmos… y es que como el dice el refrán “no es por nostalgia, porque ya no hay nostalgias como las de antes”. Pero si intentas poner el poético y rítmico Carl Seagan a los chavales del instituto español medio de hoy en día, el televisor sale por la pantalla y de eso se trata, de llegar a los jóvenes. Que un investigador de tomo y lomo ponga a parir el nuevo Cosmos como si el antiguo fuera ideal me hace pensar si es católico, creacionista o directamente vive envuelto en su ego y su morriña.
En cuarto lugar: algunos dicen que Cosmos mezcla ciencia y especulación, que falsedad. El nuevo Cosmos hace una cosa genial, cada vez que llega a un hecho que no está probado, pero del que existen hipótesis razonables lo plantea sin llegar a cerrarlo (por no mentir, como diciendo “y aquí es donde podría haber… bueno, vamos a otra cosa”). Por ejemplo sobre la luna Europa llegan a sumergir una cámara, están a punto de mostrar microorganismos basados en metano pero como no es algo probado, cogen y salen. Eso da pie a que el documental se mantenga actualizado durante años, al poderse revisitar y decir “mira, aqui es donde se planteaba esta posibilidad” antes de que esta fuera confirmada o rechazada con pruebas en 2016, 2020, 2025… Cosmos está lleno de “disclaimers” donde se deja clarísima la diferencia entre hecho probado y hipótesis… si algún espectador no ve esos disclaimer, necesita gafas.
En general el nuevo Cosmos es una obra de arte y deseo a todos los divulgadores científicos del mundo que sean capaces de llegar a Degrasse a la altura de los tobillos para que se puedan ganar la vida con ello sin tener que tirar piedras al mejor de ellos.
PD: Yo sobreviví al choteo panfletario de dos TEDs sin dormirme (con honrosas excepciones).