Muchos trabajamos en ello actualmente: hacer máquinas y programas que hagan nuestro trabajo. Una profesora decía que lo mio era “la ley del mínimo esfuerzo” y ahora que trabajo 14 horas al día 6 días a la semana, debo darla la razón: el objetivo último es pulsar un botón y que empiece el espectáculo.
Para la gente que no se dedica a la tecnología la respuesta es sencilla:
- Pasarán a dedicarse a tecnología: el número de máquinas presentes en el día a día será tal que harán falta una cantidad incalculable actualmente de técnicos.
- Tendrán trabajos deseables y agradables: la gente trabajará en “lo que le guste” o le saldrá más a cuenta vivir de ayudas
- Serán mantenidos por el sistema: realmente esto ya pasa, en algunas zonas de España con un 50% de paro joven los modelos basados en ayudas han conseguido evitar hambruna generalizada, en el futuro seguramente no lo llamarán ayudas sino “retribución ciudadana” o “derecho salarial”.
Un análisis más detallado aquí: