Hay clientes que son conocidos por su abusiva postura con respecto a los proveedores. Por ejemplo es algo habitual en grandes superficies y durante 2009 y 2010 fueron varios los casos salidos en prensa que afectaron a Carrefour, Eroski y Mercadona.

Curiosamente este modelo también lo intentan imitar los intermediaros tecnológicos, por ejemplo en el caso de centros de formación y de out-sourcing que además de subcontratar a otras empresas la provisión real de servicios pretenden que esas “sub-subcontratas” hagan más de lo que realmente han contratado.

Esto sería algo inaceptable para muchos proveedores pero obviamente viene acompañado de promesas y condicionantes que rozan el umbral de la legalidad y del sentido común para cualquier proveedor que realmente sea fabricante: es decir, los que realmente hacen el trabajo.

En ocasiones estos intermediarios se alían para colapsar a un fabricante (o un trabajador autónomo de tecnologías de la información) de forma que el fabricante se encuentre entre la espada y la pared para poder subsistir.

El fabricante o autónomo dispone de muchas formas de defenderse sin llegar al cansino ámbito legal, siendo la principal vía de defensa su red de contactos: avisa a tus contactos en Facebook, Tuenti, LinkedIn, Twitter de esos intermediarios abusivos, de hecho avísame a mi y yo te avisare a ti.