Las empresas de España viven en simbiosis con el estado español y los gobiernos autonómicos, es decir, los problemas del gobierno son los nuestros aunque los ciudadanos y empresarios tendemos a pensar que los problemas del estado son suyos, pero no, son nuestros también.

Imagínate que tienes un partner que te da problemas, pues los intentas solucionar mediante comunicación y si eso no funciona siempre puedes buscar otro, el problema es que si tu partner es el gobierno de tu país, estás fastidiado, necesitas arreglar lo que está roto si esperas que tu negocio no se vaya a pique.

Lo de “vete a Alemania Pepe” es vergonzoso, la solución a nuestros problemas no es salir corriendo ni apelar al “espíritu democrático” cuando la caja está vacía y nada les pasa a los ladrones.

La regeneración democrática es una necesidad o al final acabaremos como México, donde el nivel de corrupción es tan elevado que ya no se puede ni salir a la calle, menos hacer negocios sin ir untando a diestro y siniestro.