Como retener tu empleo en el cliente final


Muchos gerentes de tecnologías de la información se preguntan ¿por qué contratamos desarrolladores y tardan meses en ponerse al día de nuestras aplicaciones?, la respuesta es sencilla, “tu código apesta y la gente que puede entender lo que tus programadores han pergeñado no entra en la banda salarial que pagas”.

Hace unos años trabajamos para un cliente final, uno de esos clientes geniales, que te pasas años intentando conseguir, pero cuya estructura informática era un desastre. Cuando terminamos el tercer proyecto el personal de la empresa consiguió evitar que nos externalizaran más desarrollos.

El cliente estaba harto de gastar dinero en becarios así que un día decidió externalizar a expertos de la programación las mejoras de las aplicaciones y el código empezó a dejar de apestar: patrones de diseño, código intuitivo, estratificación, refactorizacion de lo inaceptable… todo lo que hacemos en Artifact Consulting.

Poco a poco el personal del cliente fue viendo que podrían irse por el retrete los años que habían puesto en construir una estructura de sistemas informáticos complemente caótica y solo mantenible por ellos. Malos tiempos para ser prescindible.

De repente los requisitos empezaron a llegar con cuenta gotas y cambiaban pocos días antes de cada paso a producción,  no estoy hablando de la maquetacion de una web, estoy hablando de cosas como el esquema de base de datos, que cualquier experto de negocio definiría en un post-it o en una servilleta (si quisiera hacerlo).

El proyecto se va viciando hasta que un día un empleado del cliente te dice por correo “¿vais a terminar ya?, ¿esto corre prisa?”, momento en el cual es mejor poner tierra de por medio, el problema es del cliente final, no del proveedor y no lo puedes solucionar desde fuera.

Enhorabuena empleado en plantilla: Acabas de prolongar tu trabajo alrededor de unos sistemas informáticos horribles unos meses más, mientras llevas la cuenta de resultados de la empresa al hoyo.