Una de las tareas mas habituales en lo sistemas informáticos de retailing son las actualizaciones de precios cuando se producen campañas puntuales.
Recientemente tuve la oportunidad de comprobar lo que el Leroy Merlin del polígono El Carralero entiende por campaña de precios no es lo mismo que yo entiendo.
La etiqueta de precio de un armario de jardin indicaba un precio determinado y el plazo de la oferta caducaba al día siguiente (domingo). Sin embargo al ir a pagar en caja el armario de jardín resulta que el precio indicado en el sistema informático era mayor, no el indicado en la oferta.
Al pedir explicaciones al encargado de sección este empleó el siguiente argumento: el informático había actualizado el precio el sábado porque el lunes el precio normal ya debía constar en el sistema y claro no iba a ir el domingo por la noche en persona a actualizar el precio (pobrecillo).
Intenté explicarle al encargado que era una tarea que se lanza en background periódicamente y que me parecía una tomadura de pelo ese argumento pero estaba tan convencido de su argumento que tuve que darle la razón e irme, sin armario claro.