Con las victorias de la selección española de fútbol, la de Nadal en Wimbledon, y de Contador en el Tour se escribe una página más en la edad de oro del deporte español.
A un ciudadano deslumbrado ante semejante éxito prácticamente se le podría olvidar que este mes debería ser un mes malo, puesto que el IVA ha subido, el turismo repunta pero con pocas pernoctaciones, muchos proyectos de obra pública se han bloqueado y algunos políticos catalanes se empeñan en dividir a base de talonario.
Ya existen informes que aseguran que la victoria en el Mundial podría tener un impacto positivo en la economía. Por ejemplo el banco holandés ABN Amor que indica que producirá un aumento del 0,7% del PIB.
Teniendo en cuenta como se vive el deporte en España y que ese informe lo hizo un banco del norte de Europa me atrevo a pensar que ni el IVA, ni las arcas del estado, ni los políticos, ni los especuladores más radicales, ni los turistas agarrados van a frenar el subidón económico que llegará, motivado en gran parte por esas pequeñas e insignificantes cositas en desuso llamadas ‘espíritu de equipo’ y ‘orgullo de vencedores’.