Faltar al respeto con estilo


Mi padre tuvo una época que diseñaba sistemas de riego en los 80 en la zona noroeste de Madrid. Se hizo “conocidillo” en este tema y acabaron pidiendole diseños de toda España para parcelas más o menos extrañas donde los desniveles eran importantes o donde por alguna razon la presión de agua no era muy fiable y cosas así… hoy en día seguro que hay apps de Android que lo hacen pero en aquella época no era trivial.

Una cosa que le molestaba especialmente, era cuando un intermediario venia pidiéndole un estudio gratuito con las típicas promesas de cursillo de comercial barato: “a futuro nos saldrá el proyecto”, “ahora no pero mañana sí”, “puedes confiar en mí”, ¿que voy a confiar en ti si ni siquiera te conozco?.

Nunca me molestó tanto eso como cuando me empezó a pasar a mi, que vengan completos desconocidos con currículos “meh” a pedirte que trabajes gratis usando promesas de manual cuando saben perfectamente que no acercarían sus clientes a menos de 10 kilómetros de un auténtico experto externo: el estudio lo hace el experto externo gratis y luego un “meh interno” hace el trabajo… lo he visto demasiadas veces como para no aprender.

De hecho es una gestión que ensucia a toda la empresa, cuando alguien adopta esa actitud de “tu trabaja que ya veremos si al final comes” está pidiendo a gritos trabajar con los peores profesionales disponibles y eso perjudica su CV y el de sus compañeros, por no hablar del servicio ofertado al cliente y cobrado a precio de oro, pero ¿crees que les importa?.