Is a timely coincidence that the same day I flight for consultancy on WebSphere Commerce to central Europe, El Pais publishes a special report about the limitations of E-Commerce in Spain.
I will make an introduction for those who are not related: when the crisis began in 2008, several retailers and large Spanish companies felt encouraged to boost their online sales portals, betting on the internationalization of their sites and reducing costs associated with Internet sales. The idea was similar to the self-payment terminals you see in supermarkets, the initial versions of their sites were little more than a static facade, i.e. without great sales potential, so this move would require a major investment.
As in any software project two approaches appeared: go with the big software vendors like IBM, Oracle and Microsoft or develop a project based on open source libraries. As we are in Spain all big companies bet on what you can to imagine: WebSphere Commerce (IBM) or ATG (bought by Oracle in 2010). And the years passed with timid advances.
In September 2010 Zara’s new shop (not other family members, only Zara) was announced and, as they say on the Internet, “shit went cash” due to several factors, it took the web by storm and with a turnover of between 80 and 120 million euros the first year. For other companies before this Internet was “appropriate” but suddenly it became “priority” and gradually online projects began to take more money in yearly budgets.
The return of investment was quick (expect for Blanco), the projects relatively painless and companies did not have a lot of negative headlines, especially because unlike what usually happens in public projects (Bicimad hello!), on online sales projects the few alpha-technological on each team were respected (and the middle manager who failed to listen to the geek on duty was dispatched). The visibility of these projects is brutal and social networks don’t allow issues in the QoS without a ranting.
Fast forward a couple of years we are talking about 2014 or 2015 and the problem is, as mentioned in the El Pais article, distribution chains. I could share stories about this, but to give an example of a geek end-user experience: my colleagues in the National League Robotics Competition prefer to wait 45 days and buy things in Alibaba than try to deal with the Spanish and European online sale.
Forgive me to laugh when I hear that that “Inditex may have any item, anywhere in the world within 24 hours,” first point, that is not true and secondly, other companies do have them (24-48 hours maybe but without customs problems).
The chain of provisioning and the stock is pretty broken in Spanish and European companies, it is controlled as far as it is and then good luck … not that this works better in China but at least they know and we see every day new integration projects between Chinese suppliers and retailers so that automation is not just lip service.
Many think that the important point is the “web page”, the provisioning application but what good is that if you haven’t checked the item inside and outside the warehouse?, large companies will see the same troubles they already had with the payment gateways (which for some still remain). If we were not able to operate a payment gateway, what makes us think we can deal with an ESB platform with the providers of goods in one side and the courier companies in the other, our kids may see the fruits of these efforts.
When it comes to work, the results should be translated into more consumer information: retailers should sell items like hotels rooms are booked: the client should know at which time will the order enter by the door to the extent that we can put a time counter in his mobile until the arrival of the item at the door (yes, like the opposite idea than “arrival time” at the hotel). But we still haven’t got any co-shopping, please let me get rid off those lost weekend buying clothes… GIVE ME CO-SHOPPING!.
The key ideas: integration of partners + stock control + visual rewards to the buyer on delivery = 3 digit percentage sales increase.
Seeing SAP trying to cooperate in this with IDOCS will be fun, I would fell pity if it was not because I yet have to pay a lot of mortgage and I see the ongoing culture collision and the years it takes to deal with the motto “what is in SAP remains SAP”.
Es una oportuna coincidencia ir a dar consultoría sobre WebSphere Commerce a centro-europa y que el mismo día del vuelo El País publique un especial sobre las limitaciones del E-Commerce en España.
Haré una introducción para los que estén metidos en el lio: cuando empezó la crisis en 2008 varios retailers y grandes empresas españolas se animaron a dar un impulso a sus portales de venta online, apostando así por la internacionalización de sus sites y la reducción de costes asociada a la venta por Internet. La idea era similar a los terminales de autocobro que ves en las grandes superficies. Las versiones iniciales de sus webs eran poco menos que una fachada estática, es decir, sin grandes posibilidades de venta, asi que el movimiento iba a requerir una inversión importante.
Como en todo proyecto de software se plantearon dos posibilidades: ir con los grandes vendors de software como IBM, Oracle y Microsoft o desarrollar proyectos de software basados en librerías open source… como estamos en España todas las grandes apostaron por lo que os podeis imaginar. WebSphere Commerce (IBM) o ATG (comprado por Oracle en 2010). Y los años fueron pasando con avances tímidos.
En 2010 se anunció la tienda de Zara (no de “los otros miembros de la familia”, solo de Zara) y como se suele decir en Internet “shit went cash”, debido a varios factores la web despegó a lo bestia y facturó entre 80 y 120 millones de euros el primer año. Obviamente lo que antes fue “conveniente” para otras empresas, de repente fue “prioridad” y poco a poco los proyectos online empezaron a coger más dinero en los presupuestos anuales.
El retorno de inversión fue rápido (excepto para Blanco), los proyectos relativamente indoloros y no hubo que lamentar muchos titulares de prensa negativos, máxime porque a diferencia de lo que suele ocurrir en proyectos públicos (hola Bicimad!), en venta online se respetó a los pocos alpha-tecnológicos que había en cada equipo (y el jefecillo que no supo escuchar al geek de turno, ya fue amonestado). La visibilidad de las webs era brutal y las redes sociales no hubieran permitido un descalabro en el QoS sin sacar los cuchillos.
Fast forward un par de años: estamos hablando del 2014 o 2015 y el problema es, como bien menciona el artículo del Pais, las cadenas de distribución… podría contar varias historias sobre esto, pero para dar un ejemplo muy geek de experiencia de usuario final: mis colegas de la Liga Nacional de Robótica de Competición prefieren esperar 45 días y comprar cosas en Alibaba, que intentar lidiar con la venta online española y Europea.
Perdonenme que me ría cuando oigo eso de que “Inditex puede tener cualquier artículo, en cualquier parte del mundo en 24 horas”, en primer lugar no es cierto y en segundo lugar otros sí lo están haciendo (24-48 horas puede pero sin problemas de aduana).
La cadena de provisionamiento y de stockage, está bastante rota en las empresas españolas y europeas, se controla hasta donde se controla y luego buena suerte… no es que en China funcione mejor pero al menos ellos lo saben y cada día ves nuevos proyectos de integración entre proveedores y retailers para que la automatización no sea solo de boquilla.
Muchos piensan que lo importante es la “página web”, la “aplicación de provisioning”, pero de que sirve eso si no tienes controlado el item tanto dentro como fuera del almacén… van las grandes empresas a pasar las mismas cuitas que ya tuvieron con las pasarelas de pago (que para algunos todavia siguen). Si no fueron capaces de hacer funcionar UNA pasarela de pago, que nos hace pensar que podemos lidiar una plataforma ESB que por un lado tiene proveedores de mercancía y en el otro tiene empresas de mensajería… a este paso los frutos los verán nuestros hijos.
Cuando esto llegue a funcionar, el resultado se deberá traducir en mas información al cliente: hay que vender artículos físicos como se reservan hoteles: el cliente tiene que saber en que franja horaria le llega el pedido hasta el punto de que podamos poner un descontador en su móvil hasta la llegada del item a la puerta (sí, como si fuera la idea opuesta de la “hora de entrada” en el hotel). Pero si todavía no tenemos ni coshopping, librarme por favor de los fines de semana perdidos comprando ropa… DARME COSHOPPING!.
Las ideas clave: integración de partners + control de stock + recompensa visual al comprador sobre el delivery = aumento de ventas de 3cifras porcentuales.
Ver a SAP intentar jugar esta batalla con sus IDOCS va a ser divertido, me daría pena si no fuera por que todavía tengo que pagar mucha hipoteca y veo la colisión cultural y los años que lleva lidiar con el motto “lo que está en SAP se queda en SAP”.