Manuel Lapeira Benito


Manuel Lapeira Benito falleció el día 16 de Julio de 2018 a las 22:30 en la Clínica La Zarzuela acompañado de su familia a los 81 años de edad. Deja mujer y tres hijos.

Nacido en Madrid, residente en sus primeros años en una vivienda humilde del barrio de Lavapiés, perdió a su padre de niño e ingresó con 14 años en el Taller de Precisión de Artillería contribuyendo a la economía familiar, cursó maestría industrial para después viajar dos años a Suiza y trabajar allí de fresador. Al volver se pagó sus estudios de Perito Industrial en la Escuela de Ingenieros Industriales donde entró con 22 años.

Por formación fue fresador y en menor medida tornero, entusiasta de la fabricación de moldes por inyección y el termoconformado, temas de los que hablaba con pasión y a los que retornaría con sus múltiples prototipos durante años.

Laboralmente buscó oportunidades de negocio en una época donde todavía se usaban contenedores de agua estancada con fines lúdicos y la filtración de agua se estaba introduciendo en el mercado de las fincas privadas, camino por el que acabaría desarrollando su principal actividad comercial.

Empezó trabajando en Siemens reparando bombas y ante la creciente demanda de servicios consiguió que Siemens accediera a cederle un servicio oficial de mantenimiento de bombas como proveedor autónomo.

Desarrollaba su negocio en un pequeño local en Lavapiés empleando a amigos y familia con apenas 3 o 4 personas. Al surgir la necesidad en Siemens empezó a importar sus propias bombas y filtros para la depuración de agua desde EEUU, traería varios contenedores durante algunos meses.

Viendo que el principio de funcionamiento de filtros y bombas de impulsión era técnicamente asequible decidió diseñar su propio modelo de filtro y bomba para comercializarlo y para fabricarlos diseñó sus propias máquinas. Su principal diseño de filtro consistía en una esfera formada por dos mitades que se pulían en una máquina con forma de mesa (que el mismo diseñó y fabricó) y que se cerraba herméticamente con unos zunchos de unión hechos de acero que se doblaban gracias a otra máquina basada en un motor de ascensor.

Las necesidades de filtración fueron creciendo exponencialmente en meses durante los 70 y dos empresas (El Corte Inglés y Astral) se repartían gran parte del mercado de filtración privado mientras que pequeñas empresas como Ariepal S.L. (Lapeira al revés) prosperaron con un crecimiento de 4 cifras porcentuales en apenas dos años gracias a un nuevo mercado en ebullición debido a las nuevas leyes de salubridad del agua de uso privativo.

A los pocos años desafortunadamente un problema de diseño con el grosor del bobinado de las motobombas y los picos de la red en horas de bajo consumo le hizo perder una parte importante de la facturación y con el paso de los años acabaría transicionando la actividad de su empresa hacia el mercado de la construcción de vasos de piscina: primero con fibra de vidrio y después con hormigón gunitado construyendo en la zona noroeste de Madrid más de 1000 piscinas durante más de 2 décadas.

Con su marca y sociedad anónima Mercapiscinas S.A. fue conocido para muchos madrileños que pasaban por la A6 desde la construcción de la exposición en los años 80 a la altura del Km.10. En su mejor momento Mercapiscinas empleaba a unas 15 personas fijas y 15 temporales en los picos de verano.

Nunca cambió de actividad o de negocio (aparte de sus prototipos de ingeniería que enseñaba orgulloso) y cualquier cliente que quisiera informarse sabía que Manuel vivía junto a su trabajo, muchos clientes y proveedores todavía venían de visita lustros después solo para interesarse por su salud.

Se autoformó en diseño 2D y 3D con Autocad y se aseguró de que sus hijos pudieran disfrutar del Spectrum 48k tan pronto como estuvo disponible bajo la promesa de que se usaría para trabajo y que no sería un juguete. Pudo llevar a sus tres hijos al colegio Santa María de los Rosales y durante toda su vida transmitió valores como la seriedad, el trabajo y la constancia enseñando con el ejemplo.

A título más personal era un defensor del “trabajo-hobby”, dedicó su vida a intentar ganarse la vida con cosas que le apasionaran porque sabía que eso le haría más feliz y más competitivo. Si ya en edad avanzada su cabeza se lo hubiera permitido hubiera sido un gran fan de la impresión 3D y seguramente nos hubiera deleitado en github con algunos modelos curiosos de obra exterior y maquinaria en miniatura. Mi padre fue el enésimo ejemplo de que se puede prosperar viniendo de la nada, solo es cuestión de trabajar mucho e inteligentemente, si hace falta durante años, si hace falta en solitud.